En el ámbito de la construcción y las infraestructuras, las barreras de Jersey, ampliamente empleadas para la delimitación y protección en carreteras y zonas de obras, están evolucionando hacia prácticas más sostenibles, alineándose con los esfuerzos globales para mitigar las emisiones de CO2. Estas barreras, reconocidas por su resistencia y durabilidad, están siendo producidas mediante métodos más responsables y materiales que contribuyen a la reducción de su huella de carbono.
El concreto convencional, que constituye el componente principal de las barreras de Jersey, es uno de los materiales más utilizados en la industria de la construcción. Sin embargo, su proceso de producción es responsable de una proporción significativa de las emisiones de CO2, debido a la fabricación del cemento. En respuesta a este desafío ambiental, se han desarrollado alternativas más sostenibles para la fabricación de estas barreras.
Entre las innovaciones destacadas se encuentra el uso de concreto reciclado, que aprovecha los residuos generados por demoliciones y otras construcciones, así como la incorporación de cenizas volantes y escoria, subproductos industriales que no solo reducen la cantidad de cemento necesario, sino que también mejoran las propiedades mecánicas del concreto. Adicionalmente, algunos fabricantes están investigando el uso de cemento ecológico, un material que emite menos CO2 durante su producción y que está ganando aceptación en proyectos de construcción orientados a la sostenibilidad.
Barreras de New Jersey